Nunca Más kirchnerismo. Nunca Más feudos. Nunca Más corrupción.

Durante cuarenta años nos repitieron un eslogan: “Nunca Más”. Una frase que nació con un sentido noble, ligado a la defensa de los ciudadanos, terminó secuestrada por una casta política que la usó como bandera partidaria. El kirchnerismo, el peronismo y el radicalismo, con sus maquinarias de relato, convirtieron esas dos palabras en un muro de impunidad, una excusa para justificar el presente con los fantasmas del pasado.

Pero la Argentina no puede vivir de consignas fosilizadas. El verdadero desafío hoy es otro. Y por eso debemos animarnos a decir, con toda claridad:

Nunca Más peronismo, que cambió libertad por clientelismo y convirtió la justicia social en un negocio de cúpulas.
Nunca Más radicalismo, que fue cómplice del estatismo y del populismo.
Nunca Más socialismo, que predica igualdad mientras genera miseria.
Nunca Más comunismo, colectivismo o marxismo, que en el mundo entero solo trajeron hambre y represión.

Argentina necesita menos Marx y más Hayek. Menos relato de lucha de clases y más Ludwig von Mises, con su defensa radical de la libertad individual. Necesitamos volver a las bases, valores judeocristianos, familia, esfuerzo, trabajo y responsabilidad personal.

Decir Nunca Más también es gritarles en la cara a los corruptos que no toleraremos más la inflación como condena eterna. Nunca Más la corrupción que vacía hospitales y escuelas mientras engorda los bolsillos de políticos. Nunca Más los feudos que, en provincias como Catamarca, tienen nombre y apellido: Jalil, Saadi, Corpacci y toda una casta dirigente que confundió gobierno con propiedad privada.

El verdadero Nunca Más es comprometerse a que jamás volveremos a permitir que nos roben la esperanza. Es afirmar que no vamos a aceptar más relatos mágicos ni clanes familiares enquistados en el poder.

Te lo digo yo: el Nunca Más de nuestra generación es un pacto con la libertad. Un compromiso con el futuro. Una promesa de que esta vez no vamos a ceder. Que vamos a dar la batalla cultural, política y económica para que la Argentina recupere su destino.

Nunca Más populismo. Nunca Más decadencia. Nunca Más esclavitud disfrazada de justicia social.